La latencia es una estrategia evolutiva que limita que una semilla germine. Coloquialmente decimos “la semilla está dormida”. Es una forma de protegerse, esperando a que las condiciones externas sean óptimas para asegurar su supervivencia.
La ruptura de latencia es el proceso mediante el cual activamos las semillas para que inicien la germinación. Este proceso es fundamental para viveros nativos, donde trabajamos con especies con una alta latencia, es decir, están con un sueño profundo.
¿Cómo las despertamos?
Existen diferentes técnicas, conocidas como tratamientos pregerminativos. Algunos ejemplos:
🟢 Escarificación: alterar mecánicamente o químicamente la cubierta de la semilla.
🟢 Estratificación: exponer las semillas a ciclos de frío o calor controlado.
🟢 Hidratación: someterlas a ciclos de humedad y/o secado.
🟢 Uso de reguladores de crecimiento, como hormonas vegetales.
Actualmente, estamos experimentando con distintos protocolos de tratamiento pregerminativo. No existe una receta universal ya que cada especie “duerme distinto”. Estos ensayos nos permiten acortar los tiempos de germinación, mejorar los porcentajes de éxito y optimizar la producción en vivero, potenciando la calidad de nuestras plantas 🌱
